Por ser una herramienta de fácil adquisición, instalación y uso, atractiva a los ojos de los usuarios de banca hogareña, se convierte en blanco para que personas malintencionadas que no necesitan ser expertas en la materia, cometan fechorías y fraudes sorprendiendo a los usuarios de la banca en línea. El keylogger captura todo lo que escribe la víctima y lo envía a una dirección de correo electrónico configurado por su administrador recibiendo contraseñas, números de tarjetas, cuentas y demás datos financieros que al ser utilizados por personas malintencionadas el titular de éstas puede ser víctima de una estafa sin darse cuenta. La experiencia internacional indica que la tasa de estos delitos crecerá a medida que aumenten los usuarios de banca hogareña (Home Banking), ya que vulnerar la seguridad de la computadora de un banco o una emisora de tarjetas de crédito es un desafío sólo posible para hackers muy expertos. Leer las claves mientras viajan por la red hacia la computadora del banco es casi imposible, dado que están encriptadas. En cambio, "meterse" en una PC hogareña es más accesible para estafadores que no necesariamente tienen grandes conocimientos de informática. De acuerdo a los expertos, en la actualidad, uno de los métodos más usados es infiltrar en las PCs estos software llamados keyloggers ó registradores de teclas. Este programa también puede llegar a la PC hogareña a través de Internet, adjunto a un mensaje de e-mail, o escondido dentro de ciertos utilitarios (por ejemplo, un software de DVD) que se ofrecen gratuitamente en la web como el Caballo de Troya esconden un enemigo; por eso se les conoce con el nombre "troyanos".